La principal citrícola del país, manejada por el empresario libertario Martín Otero Monsegur, inició negociaciones con acreedores para reestructurar 250 millones de dólares en deuda, apenas meses después de celebrar la nueva política económica.
Citrícola San Miguel (CSM), la mayor exportadora de limón de Argentina y controlada por el empresario tucumano Martín Otero Monsegur, ha entrado en un proceso de renegociación de su deuda en moneda extranjera. La semana pasada, la compañía comunicó a sus acreedores la imposibilidad de afrontar vencimientos inmediatos, forzando una compleja gestión para evitar el default de una deuda total que asciende a 250 millones de dólares.
Otero Monsegur, conocido por su fuerte apoyo público a la administración actual, había manifestado en mayo su optimismo sobre el giro económico, señalando que su empresa había pasado «de jugar a la defensiva a jugar a la ofensiva». Este endeudamiento en dólares se aceleró aprovechando las condiciones iniciales del mercado, pero la rápida apreciación del tipo de cambio real y las dificultades financieras internas obligaron al reconocimiento de la falta de liquidez.
Juicio por YPF: Entre la tensión del discovery y la expectativa de un fallo de apelación decisivo para 2026El plan de salvataje presentado a los tenedores de bonos afecta principalmente a las obligaciones negociables (ON) series X, XI y XII, por un monto total de 120 millones de dólares. La propuesta de la empresa busca reemplazar estos títulos por la emisión de la nueva ON serie XIII, que implica una postergación de los vencimientos por 42 meses, además de solicitar una reducción en la tasa de interés anual, pasando del 9,5% original al 8%.
El caso de CSM es analizado por el mercado como un indicador del riesgo estructural que atraviesa una parte del empresariado nacional que priorizó la mirada ideológica sobre la salud de sus balances. La situación expone la fragilidad de la deuda corporativa tomada en moneda dura y se erige como una advertencia para el modelo económico, el cual ha utilizado la colocación de deuda privada como un factor de estabilidad para la cotización del dólar.
A pesar de los problemas financieros domésticos, los resultados operativos de Citrícola San Miguel continúan mostrando márgenes brutos positivos, y la compañía ha mantenido un plan de expansión agresivo fuera del país. La empresa inauguró recientemente plantas de procesamiento en Uruguay y Sudáfrica, lo que sugiere que la crisis no reside en el negocio de exportación en sí, sino en la gestión del frente financiero local.
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