La eventual reapertura del debate por las reelecciones de intendentes en Buenos Aires expone una fractura abierta entre los principales referentes del oficialismo.

El gobierno de la Provincia de Buenos Aires evalúa reactivar la discusión legislativa sobre la limitación de los mandatos municipales, buscando reformar la ley que hoy impide a los intendentes cumplir más de dos períodos consecutivos. Esta revisión, impulsada por el interés de un sector del oficialismo territorial, generó una inmediata tensión interna en la coalición gobernante.
La movida encontró un fuerte rechazo en las figuras centrales del panorama nacional. Tanto Sergio Massa como Máximo Kirchner manifestaron su oposición explícita a cualquier intento de modificar la actual normativa que fue sancionada en 2016 y que puso fin a la práctica de los mandatos indefinidos.
Juicio por YPF: Entre la tensión del discovery y la expectativa de un fallo de apelación decisivo para 2026En el medio de la pulseada política, 82 jefes comunales observan el calendario con extrema preocupación. Estos intendentes, que enfrentan la inminente finalización de sus términos, dependen de un acuerdo que requiere una ingeniería política compleja y que por ahora no logra superar los vetos internos.
El debate se trasladó a una Legislatura Bonaerense que se encuentra paralizada ante la falta de una mayoría consolidada. La oposición, Juntos por el Cambio, juega un rol determinante, manteniendo negociaciones reservadas mientras analiza el costo político de habilitar una normativa que beneficiaría a intendentes de ambos frentes.
Por el momento, la iniciativa que busca alterar el mapa de poder en el territorio bonaerense se mantiene en un punto muerto. A pesar del deseo manifiesto de la mayoría de los alcaldes, la resistencia de las cúpulas partidarias y el estancamiento legislativo impiden que el proyecto tome impulso.
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