La ruta atlántica de migración hacia Canarias dejó un saldo de 3.090 víctimas fatales, consolidándola como la travesía marítima más letal.
Al menos 3.090 personas fueron registradas como muertas o desaparecidas mientras intentaban alcanzar el archipiélago español de las Islas Canarias partiendo desde las costas de África occidental, de acuerdo con el monitoreo de organizaciones internacionales. Este balance subraya la peligrosidad extrema de la travesía oceánica en embarcaciones precarias.
El número de decesos convierte a la ruta atlántica en una de las vías migratorias más mortales del mundo en el último periodo analizado. La vasta distancia que separa el continente africano del territorio europeo y las complejas condiciones meteorológicas del océano son factores determinantes en la elevada tasa de naufragios.
La provincia de Buenos Aires denunció que Nación le debe $15 billones y apuntó contra el «ajuste más grande de la historia»Especialistas en flujos migratorios advierten que la cifra oficial de 3.090 fallecidos es probablemente inferior al número real. Muchas embarcaciones desaparecen en alta mar sin que los cuerpos sean recuperados, quedando miles de víctimas sin registro formal en las estadísticas internacionales.
El incremento de fatalidades en Canarias es una consecuencia directa del refuerzo de los controles en las rutas del Mediterráneo. Este cierre forzado impulsa a los migrantes a optar por corredores más riesgosos, incrementando el desafío de las autoridades españolas y europeas para proveer asistencia y rescate.
La crisis humanitaria en el Atlántico exige una respuesta coordinada que aborde las causas profundas de la migración forzada y la necesidad de establecer vías seguras que desincentiven la exposición a riesgos mortales.
SDN Digital, solo información.
