El silencio de la legisladora nacional ligada a Cristina Kirchner validó de manera implícita la reciente ruptura del bloque Unión por la Patria en Catamarca.
La senadora nacional, una de las referentes más cercanas al liderazgo de la expresidenta, evitó emitir cualquier cuestionamiento público sobre el alejamiento de tres diputados catamarqueños del bloque Unión por la Patria (UxP). Esta omisión en la crítica es leída en los círculos políticos como un aval tácito a los movimientos internos que buscan reforzar la gestión del gobierno provincial.
La diáspora se concretó días atrás, cuando los tres representantes de Catamarca en la Cámara Baja decidieron abandonar el interbloque de la principal oposición para conformar un nuevo espacio con anclaje netamente local. Esta decisión reduce la representación efectiva del UxP en la dinámica parlamentaria nacional.
Boom de la pirotecnia en Países Bajos ante la prohibición total desde 2026El gesto de la legisladora adquiere relevancia porque se da en un momento de redefinición de las lealtades dentro del peronismo, donde las estructuras territoriales buscan priorizar los acuerdos provinciales sobre la disciplina de los bloques nacionales. Su silencio ratifica que el apoyo a la administración local se impone como estrategia.
Esta postura indica que la prioridad de ciertos sectores del kirchnerismo y el peronismo alineado pasa por fortalecer la autonomía de los gobernadores. El movimiento facilita la coordinación política entre el Ejecutivo provincial y sus delegados en el Congreso, más allá de la conducción formal del bloque opositor en Buenos Aires.
Este episodio subraya las dificultades que enfrenta la oposición para mantener la cohesión, evidenciando que las prioridades jurisdiccionales definen los realineamientos internos del espacio.
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