Keira Knightley, protagonista de las primeras entregas de Piratas del Caribe, reveló que el elenco dudaba del potencial taquillero de la historia centrada en Jack Sparrow.
La saga cinematográfica Piratas del Caribe se consolidó como una de las franquicias más exitosas de la historia de Disney, superando los parámetros de las producciones de aventuras. No obstante, el inicio del proyecto estuvo marcado por la incertidumbre respecto a su potencial comercial, según confirmó la actriz Keira Knightley.
La intérprete británica, conocida por dar vida a Elizabeth Swann en las primeras tres películas, detalló recientemente que tanto el equipo artístico como el técnico manejaban un notable escepticismo. La principal preocupación recaía sobre la premisa de la historia, centrada en un pirata excéntrico, y su origen vinculado a una atracción de un parque temático.
Solo 6 días para el final de la serie más querida de Netflix: nos quedan 2 horas y 8 minutos de ‘Stranger Things’El rol de Knightley comenzó en 2003 con Piratas del Caribe: La maldición del Perla Negra, film que debutó con la expectativa de ser un producto de nicho. La actriz sostuvo que el reparto dudaba seriamente que el guion lograra atraer al público general o que el personaje central de Jack Sparrow, interpretado por Johnny Depp, fuese capaz de sostener un blockbuster.
Pese a los pronósticos internos, la primera entrega no solo fue un éxito de crítica, sino que se convirtió en un fenómeno de taquilla internacional, recaudando cientos de millones de dólares. La popularidad del Capitán Sparrow, lejos de ser un riesgo, resultó ser el motor comercial que cimentó la longevidad de la franquicia a lo largo de las siguientes dos décadas.
Las declaraciones de la actriz confirman que la saga es un caso paradigmático de cómo los grandes estudios pueden subestimar el potencial de un concepto que posteriormente redefine los estándares del cine de entretenimiento.
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