El inicio de la quinta temporada de La Promesa redefinió el futuro de la serie con un fallecimiento que sorprendió a la audiencia.
La ficción diaria española La Promesa, una de las producciones más exitosas de RTVE, inició formalmente su quinta temporada con un profundo cambio de rumbo. La serie, que ha mantenido altos niveles de audiencia en la franja vespertina, apostó por una estrategia narrativa de alto impacto para reactivar sus tramas centrales.
El comienzo de esta nueva etapa, emitido recientemente, se centró en la resolución de varias líneas argumentales pendientes, aunque el suceso que acaparó la atención no fue el esperado por los seguidores. Los guionistas optaron por introducir un giro inesperado que altera de manera sustancial la dinámica de la mansión.
Tragedia en Brasil: al menos 11 muertos por un choque frontal que terminó en incendioEn lugar de abordar el desenlace que la audiencia conjeturaba desde semanas previas, la producción decidió «vestirse de luto» por un personaje central cuya salida no estaba en el radar de los espectadores. Este movimiento busca inyectar incertidumbre y dramatismo renovado al guion de la serie.
El cambio de registro obliga a reinterpretar las relaciones internas de los protagonistas, quienes deben lidiar con las consecuencias directas de la pérdida. Josep Cister, creador de la ficción, confirmó la intención de desestabilizar la fórmula narrativa para mantener el interés de la teleaudiencia.
Con la muerte confirmada, La Promesa enfrenta ahora un futuro argumental completamente reescrito, donde la estructura de la familia y el servicio debe adaptarse a la ausencia de un pilar fundamental en las interacciones diarias de la trama.
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